jueves, 30 de noviembre de 2006

El lado B



Esta es la portada de La Nación Domingo del 25 de agosto de 2002, nunca llegó al kiosko de su barrio, dicen que estaban todos los ejemplares vendidos antes de salir a la calle. Adivinen quien dice que los compró.

A veces nos sorprendemos con las historas ocultas que pueden tener las personas...


Este podría ser el lado B de Nicolás Ibáñez.


La información que a continuación vamos a señalar está extraida de la prensa y de estudios universitarios (se remiten al expediente 397-2000, Violencia Intrafamilair del 30 Juzgado civil de Santiago, hoy disponible para consulta pública en el Archivo Judicial de Santiago, calle Carmen 340). Señalamos la fuente y deslindamos responsabilidades.

Nicolás, desde joven se vio como el heredero de los negocios de su padre, hijo brillante, educado en Inglaterra, conoció a finales de los setenta a una bella señorita llamada María Carolina Varela, ella profesora básica, titulada en la UC de excelentes antecedentes se enamoró, como toda joven ilusionada y contrajo matrimonio con el buen Nicolás el año 1981.

A los años nacieron los hijos... pero como un mal cuento de hadas, las cosas terminaron mal...

Antes de la sepración María Carolina habría dejado más de una constancia en la Comisaría de Los Domínicos, en una de ellas, fechada el 14 de julio de 2000, se puede leer: “En circunstancias que teme a la reacción de su cónyuge, ya que éste la agredía física y sicológicamente desde el inicio de su matrimonio, insultándola con palabras groseras frente a sus tres hijos, cerró el domicilio y cambió la chapa de la puerta principal”. (Fuente: Primera Línea.cl: http://209.88.205.87/p4_plinea/site/20020825/pags/19800101184802.html).

Así, ya ven que la violencia contra la mujer está entodos los estratos sociales, si hasta el buen Nicolás, con todos los valores cristianos de su empresa parece que cayó en esto.

Sigue la historia:

Tras 18 años de matrimonio, Ibáñez y Varela se separaron, en noviembre de 1999. “Mis hermanos le exigieron (a Ibáñez) que me dejara tranquila y se fuera a otra de sus casas después de la última vez que me maltrató, me insultó y agredió físicamente (...) Esta conducta, tan cristiana y civilizada, de un hombre que le pega a la mujer (...) es el verdadero origen inmediato de nuestra separación”, declaró Varela en otro pleito con su marido referido al régimen de visitas a sus hijos.
Ibáñez negó en al menos tres oportunidades haber golpeado a su mujer. En el proceso, sin embargo, consta la descripción de un episodio de violencia narrado por la madre de María Carolina, Cecilia Noguera Echeñique, quien declaró como testigo. El 6 de octubre de 2000, ésta mujer cuenta una escena que le tocó presenciar junto a su marido, “hace quince años atrás”, en una cena familiar de Año Nuevo. Según relata, ella y María Carolina estaban en la cocina. De pronto entra Ibáñez, “y pesca a mi hija, la saca del pelo, arrastrándola por la alfombra del comedor (...) Este hecho fue para nosotros una muerte en vida”, afirmó Cecilia Noguera.A poco de conocer la causa, el 16 de agosto de 2000, la jueza María Eugenia Campo resolvió concederle protección policial a María Carolina Varela y a su grupo familiar, “velándose por la seguridad física como sicológica de éstos de cualquier eventual acto de agresión proveniente del demandado don Nicolás Cirilo Ibáñez Scott, restringiéndosele a éste el ingreso al hogar de la demandante”. Dos meses después, la magistrado reiteró las citadas “medidas precautorias” en favor de Varela.Ibáñez negó en al menos tres oportunidades haber golpeado a su mujer. En el proceso, sin embargo, consta la descripción de un episodio de violencia narrado por la madre de María Carolina, Cecilia Noguera Echeñique, quien declaró como testigo. El 6 de octubre de 2000, ésta mujer cuenta una escena que le tocó presenciar junto a su marido, “hace quince años atrás”, en una cena familiar de Año Nuevo. Según relata, ella y María Carolina estaban en la cocina. De pronto entra Ibáñez, “y pesca a mi hija, la saca del pelo, arrastrándola por la alfombra del comedor (...) Este hecho fue para nosotros una muerte en vida”, afirmó Cecilia Noguera.A poco de conocer la causa, el 16 de agosto de 2000, la jueza María Eugenia Campo resolvió concederle protección policial a María Carolina Varela y a su grupo familiar, “velándose por la seguridad física como sicológica de éstos de cualquier eventual acto de agresión proveniente del demandado don Nicolás Cirilo Ibáñez Scott, restringiéndosele a éste el ingreso al hogar de la demandante”. Dos meses después, la magistrado reiteró las citadas “medidas precautorias” en favor de Varela. (fuente primera linea .cl, ya citado)

Y que pasó entonces???:

Para diciembre del 2000, ambas partes esperaban la sentencia en este caso. Y el abogado Pinto podía estar optimista: las resoluciones de la Justicia en los distintos pleitos que envolvían a la pareja –pensión alimenticia, tuición de los hijos, violencia intrafamiliar, régimen de visitas- habían sido favorables a su defendida. De hecho, a las citadas medidas de protección, se sumaba la obtención de una pensión alimenticia provisoria cuantiosa para Varela.Pero ocurrió un hecho que hasta hoy tiene sorprendido a Pinto. El 18 de diciembre del 2000, María Carolina Varela le revocó el poder y designó como nuevo abogado a su hermano Juan Francisco Varela. El mismo día, éste presentó ante el tribunal una declaración donde su hermana se desistía de “todas las demandas” en contra de Nicolás Ibáñez para “arreglarse amistosamente”.En el escrito de desistimiento, Varela no negó la veracidad de las acusaciones que había hecho. Señaló que los antecedentes vertidos “fueron producto de momentos de angustia y ofuscación”. Consultada por La Nación Domingo, señaló que prefería no referirse a lo ocurrido, pues no quería causarles más daño a sus hijos. Su ex abogado, Juan Pinto, se limitó a confirmar su extrañeza tras la decisión adoptada por su defendida: “Ella se desistió cuando estaba ganando”, afirmó. (fuente primera línea.cl, ya citado).


Esta investigación estaba para ser publicada por La Nación domingo (25 de agosto de 2002, foto anterior corresponde a la portada), pero, se dijo en la época que el mismo Nicolás había mandado comprar todos los ejemplares del diario. (a esto se refiere la entrevista a Manuel Salazar realizad por un grupo de estudiantes de Periodismo de la Uiversidad Diego Portales, en su Tesis "periodismo de Investigación: los medios recuperan su rol, página 177, disponible en internet : www.udp.cl/comunicacion/publicaciones/periodismo/t2004/jara.pdf.

Más detalles de esta información en

2 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
bakayo dijo...

fuerza cabr@s!!!!

hoy se viene el boicot a LIDER, ahi estaremos paralizando las ventas!!!!

aGuante no mas!!!
A sumar y organizar!!

... no pararan la revuelta...